sábado, 16 de abril de 2011

Placer.

Sabes que eres el objeto de deseo.
Reconoces su mirada de deseo.
Sientes la atracción. Algo diferente en el ambiente.
Entiendes que no vas a poder escapar. 
Y eso te pone aún más, ¿verdad?
Algo que no todos pueden lograr.
Y tú lo tienes, ¿verdad?
Lo sientes, ¿verdad?
Ya no es el hecho de que esté encima de tí en ese estado.
Es lo bien que te sientes. Es egoísmo. Es placer.
Es Carpe Diem.
Es tan egoísta, pero hay tanto placer que llega a ser precioso.
Llega a un punto de egoísmo bonito.
Lo mejor, no hay dolor por ninguna parte. Solo placer.
Lo erótico de una maldad sin dolor.
Un juego justo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario